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Las campanas de la iglesia parroquial de San Ignacio de Ponferrada están a punto de enmudecer. Un sentencia dictada por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Astorga considera que su sonido supera los límites establecidos por la legislación sobre el ruido y la condena a que cese su actividad.
La sentencia, que ya se ha comunicado a las partes y es recurrible, condena a la Diócesis de Astorga a silenciar las campanas y a ajustar el volumen de su sonido a los límites que establece la Ley 5/2009 y le condena a pagar mil euros al denunciante como indemnización por los daños morales causados debido al estrés provocado por el ruido, según publica El Confidencial.
La resolución judicial se apoya en los informes acústicos y las mediciones que se han realizado en el domicilio del denunciante que demuestran que el sonido de las campanas de la iglesia de San Ignacio de la capital berciana superan los límites legales.
Además, no reconoce diferencias entres los diferentes toques de campana utilizados bien para dar las horas o bien para llamar a los fieles a los diferentes actos litúrgicos. Señala que el toque de campanas que ha sido reconocido como Patrimonio Inmaterial por la Unesco no es en sí mismo un derecho que pueda ser incluido en la libertad religiosa y de culto que recoge el artículo 16 de la Constitución.
El párroco, José Antonio Prieto, está preocupado por la sentencia y considera que, más allá de la decisión adoptada por el juez, podría vulnerar derechos fundamentales. Además, remarca que el sonido de las campanas es el medio que tiene de llamar a participar en las celebraciones.
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